miércoles, 8 de noviembre de 2006

La Imprescindible Lucidez de Chomsky


LA IMPRESCINDIBLE LUCIDEZ DE CHOMSKY


La entrevista a Noam Chomsky publicada por el diario El Comercio es, como todas las intervenciones del lingüista estadounidense, una invitación a repensar el mundo que habitamos desde una perspectiva distinta.

Posiblemente nos cause asombro de colonizados cuando Chomsky compara las elecciones en EEUU con las celebradas en Bolivia y Venezuela. Los latinoamericanos no solemos plantearnos esas cuestiones pues damos por sentada la superioridad de la democracia gringa. Chomsky no, de ningún modo, y se vuelve transparente e incontestable cuando se refiere a las elecciones celebradas en 2004: “hubo 2 candidatos, ambos provenían de las mismas clases pudientes y fueron a las mismas universidades, reservadas sólo para élites.

. Ambos pudieron postular a la presidencia debido a los patrocinios que recibieron de las corporaciones. Sus programas de gobierno se asemejaban bastante; pero, lo más interesante de todo es que la población nunca supo cuáles eran sus discursos acerca de los temas de trascendencia. Las elecciones estadounidenses están diseñadas para suprimir ese tipo de temas; las personas se interesan más por la personalidad y la imagen del candidato. De hecho las elecciones se parecen bastante a los comerciales de televisión. Las mismas instituciones que promocionan productos de consumo en televisión venden a los candidatos presidenciales como si fueran mercancías: se enfocan en la imagen, en la ilusión y alejan a la población de los temas importantes”. Y refiriéndose a Bolivia dice: “Los bolivianos habían estado luchando desde hace tiempo por controlar los recursos naturales, o por discutir acerca de sus derechos culturales. Las personas conocían esos temas, y estaban comprometidos con ellos; por eso eligieron a alguien que compartía sus ideales.”

Entre nosotros la tendencia, en las últimas elecciones, fue también, como en EEUU, la de subrayar las características personales de los candidatos, más que sus programas. Temas como la deuda externa o las relaciones con los organismos financieros internacionales se ignoraron como si fueran ajenos al interés del país.

Incluso soportamos manifestaciones racistas y clasistas que poco hicieron para acentuar la fe en la democracia y menos para sentar las bases de una cultura democrática.

Esa, desde mi óptica, es la tendencia de la sociedad en la que vivimos: un grupo económico dominante, una prensa adicta, confusión del crecimiento del grupo dominante con el crecimiento del país y la ilusión que se sirve a las mesa de las grandes mayorías de que finalmente ellos también tendrán acceso a la fiesta. Es evidente que como decía Marx “ninguna clase social se suicida” y esta tendencia y estos comportamientos corroboran los puntos de vista del filósofo. Además, como se puede leer ahora mismo en la página la BBC de Londres, se necesitarían tres planetas Tierra para que todos tuviéramos el nivel de vida y de despilfarro de los países ricos.

No vivimos en el mejor de los mundos y Chomsky, un pensador privilegiado por su agudeza y por la audiencia que posee denuncia, con la humildad propia de quienes son concientes de la fragilidad del destino humano, esta situación que no sólo crea mayor injusticia social, sino que además sobreexplota el planeta y nos conduce a todos, incluidos los ricos, a una situación sin posible retorno.
Tomado de: Informalisimo.com

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